El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, concedió una entrevista a la revista estadounidense Time. El corresponsal de la revista, Simon Shuster, se reunió con el Jefe de Estado belaruso el 25 de julio, pero hasta ahora no se había revelado el nombre del medio de comunicación ni el del entrevistador. Lo solicitó la propia revista, con el fin de mantener el interés y la exclusividad del material. Y eso hace que sea aún más interesante, dos semanas después, leer las noticias de los últimos días y analizar esta conversación. Pocos días después de la entrevista, Aleksandr Lukashenko mantuvo conversaciones informales con su homólogo ruso en Valaam. Y Vladímir Putin se reunió recientemente con una delegación estadounidense. ¿Encajarán estos acontecimientos y sus repercusiones en un solo rompecabezas?
Pero volvamos a la entrevista. Aleksandr Lukashenko conversó con el periodista durante unas tres horas, incluso en formato sin micrófono. En la entrevista se abordaron muchos temas mediáticos. La conversación fue franca y muy nutrida. Lo más importante – en nuestro material.
Cómo el periodista de Time llegó a Belarús y qué sirvió de motivo para la entrevista
Al comienzo de la entrevista, el periodista Simon Shuster relató cómo llegó a Minsk y por qué solicitó el encuentro precisamente en este momento. “Realmente aprecio mucho la oportunidad de hablar con usted, especialmente en un momento como este, cuando las relaciones entre Estados Unidos y Belarús se están desarrollando de forma interesante”, declaró el periodista, haciendo referencia a las recientes visitas de diplomáticos estadounidenses a Minsk que han despertado gran interés.
“Es decir, la intensificación del diálogo entre la administración de Trump y el Estado de Belarús”, añadió.
Según él, la redacción consideró que era un momento particularmente interesante para organizar el viaje a Belarús y una entrevista con su Presidente, así como para entender, a través de su corresponsal, lo que está ocurriendo en el país.
Simon Shuster destacó que le agrada mucho la manera en que Aleksandr Lukashenko lleva a cabo la conversación: de forma totalmente abierta y sincera. “Valoro mucho su disposición a responder cualquier pregunta. No todos los líderes con los que he hablado lo hacen”, subrayó el corresponsal.
Aleksandr Lukashenko comentó que, de no esperarse una conversación abierta y detallada, no tendría sentido organizar la entrevista habiendo recorrido una distancia tan larga: “Entonces, ¿para qué viajar desde Nueva York y, además, como un hombre común, experimentar todas las dificultades en la frontera?”
“Sí, fue muy auténtico… Pasar cinco horas en la frontera”, comentó el periodista, señalando que la espera no fue culpa de los guardias fronterizos belarusos.
En relación con esto, se habló sobre la reciente reintroducción de controles fronterizos entre algunos países de la Unión Europea que pertenecen al espacio Schengen. Como motivo se menciona la lucha contra la migración ilegal, aunque, en opinión del Presidente, “si se quiere, siempre se puede encontrar un motivo”.
Sobre las negociaciones con los representantes oficiales de EEUU
El Jefe de Estado, al hablar de la cooperación entre Belarús y EEUU, señaló que las relaciones bilaterales eran positivas y que hubo tiempos cuando el Presidente jugaba al hockey en el mismo equipo que el embajador de EEUU. Pero luego, especialmente durante la operación militar especial iniciada por Rusia, las relaciones se empeoraron mucho.
No obstante, los canales de comunicación entre los países siempre seguían existiendo, principalmente a través de los servicios especiales, y por eso permanecían fuera del ámbito público. “Yo controlaba este proceso. Había contactos a través de los servicios especiales. A este canal podía incorporar al Ministerio de Asuntos Exteriores, si era necesario, al Gobierno para cuestiones concretas, por ejemplo, sobre sanciones. Si hablamos de algún paso más allá o de elaborar un concepto para plasmar en papel algún proyecto de documento, incorporo al Ministerio de Asuntos Exteriores. Pero principalmente a través de los servicios especiales. Por su parte, participó Christopher Smith”.
“Una persona decente, siempre le llamo en broma “agente de la CIA” cuando viene. Ya nos hemos reunido con él cinco veces”, añadió el mandatario.
Según el Presidente, fue precisamente esta persona, por parte estadounidense, la que desempeñó un papel clave en la organización de las visitas a Belarús de representantes oficiales de Estados Unidos. Incluida la visita del enviado especial del Presidente de EEUU para Ucrania, Keith Kellogg, para reunirse con Aleksandr Lukashenko en junio de este año. “Esta es ya la quinta delegación de los Estados Unidos de América. Por cierto, ellos fueron los iniciadores. Y hay que reconocer que Smith desempeñó y sigue desempeñando un papel fundamental”, reveló los detalles.
Por supuesto, el Presidente Donald Trump está al tanto de lo que está sucediendo, pero, en opinión de Aleksandr Lukashenko, es poco probable que esté muy involucrado en este tema.
El estadista notó que la iniciativa de organizar una reunión en Minsk partió de la parte estadounidense a través de los diplomáticos belarusos que trabajan en Nueva York. “Recibimos información de los estadounidenses: les gustaría hablar, debatir algunos problemas de carácter regional, problemas globales, hablar sobre ello. Si lo desean, adelante, estamos abiertos a ello”, contó Aleksandr Lukashenko. Señaló que la parte belarusa, aunque estaba interesada en ese diálogo, no insistió en que fuera público.
“No soy yo quien tiene que explicarte qué es EEUU. Es el líder de nuestro mundo. Sí, debilitado, sí, a veces anda con excentricidades y no se sabe para qué, el Presidente a veces dice una cosa por la mañana y otra por la noche, y luego actúa de otra manera. Hay de todo. Pero EEUU es EEUU, y no tenemos las mejores relaciones, sanciones... ¿Qué hay de bueno en las sanciones? Dependemos de EEUU, y no solo nosotros, sino muchos Estados debido a la situación actual, aunque esta esté cambiando. Por lo tanto, es todo un conjunto de problemas para nosotros. Si proponen una conversación – está bien”.
Aleksandr Lukashenko subrayó que para él no era fundamental el estatus de los participantes en las negociaciones por parte de Estados Unidos. “Este es mi credo, este es mi principio: hay que hablar con todos si quieres relaciones normales. Si no hablas, estás avanzando poco a poco hacia la guerra. No la necesitamos. Hubo una propuesta, vinieron y se comportaron de manera muy correcta”, explicó.
El estadista subrayó que, al inicio de la intensificación del diálogo con EEUU, Belarús no se fijó el objetivo de lograr resultados concretos, incluida la retirada de las sanciones, y, en principio, no cree mucho en que los estadounidenses estén realmente dispuestos a normalizar las relaciones. Por ejemplo, Belarús sigue sin tener embajador de EEUU. Pero, naturalmente, el levantamiento de las sanciones, si se produjera, sería considerado por la parte belarusa como un gran paso hacia la normalización de las relaciones.
Sobre perspectivas del encuentro con Trump
Se le preguntó al Jefe de Estado si era posible su reunión con el líder estadounidense como uno de los resultados del diálogo con los representantes de Estados Unidos que han visitado Minsk recientemente.
Aleksandr Lukashenko dijo que por el momento tal reunión no está en la agenda, aunque para Donald Trump podría ser bastante importante. “Le sería muy útil (BelTA: reunirse), si es sincero en sus declaraciones sobre la política interna y externa. Porque a diferencia de todos ustedes que corren a su alrededor, yo le abriría los ojos a muchas cosas. Incluidas las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, especialmente sobre el conflicto en Ucrania. Y, naturalmente, sobre la posición de Belarús”, marcó el líder belaruso.
El Jefe de Estado añadió que, en general, tiene una buena opinión de Donald Trump y se pronunció públicamente en su apoyo durante el período en que el Presidente Biden estaba en el poder en Estados Unidos y se desató toda una campaña contra Trump. “Critiqué abiertamente su llamada democracia, a su Presidente Biden y apoyé a Trump. Fue una vergüenza lo que hicieron con Trump antes de las últimas elecciones presidenciales”, señaló.
Pero al mismo tiempo, el Presidente de Belarús valora críticamente las acciones y declaraciones de Donald Trump hechas públicamente. A menudo son contradictorias o infundadas, lo que significa que no se toman en serio y no inspiran confianza. Uno de los últimos ejemplos son sus numerosas declaraciones en los medios de comunicación sobre la intención de Estados Unidos de imponer aranceles a otros países. “Ustedes, aparte de los aranceles, probablemente no tienen más política. Y además, los aranceles son unos por la mañana y otros por la tarde. Pero antes de hablar de aranceles y luego cancelarlos y desautorizar sus declaraciones, elabórelo. No es tan difícil”, cree Aleksandr Lukashenko.
En su opinión, una de las razones de esta situación radica en el carácter del líder estadounidense, por el cual las personas de su entorno no se atreven a hablar con franqueza o de forma crítica sobre ciertas decisiones o declaraciones de Donald Trump. Este tema, en particular, se abordó durante la visita a Minsk de representantes de EEUU y su reunión con el Presidente de Belarús.
Aleksandr Lukashenko relató un episodio: “Estuvimos discutiendo, hablando mucho. Luego, en broma, dije: “Saben, les falta un dictador en los Estados Unidos de América”. - “Ya tenemos suficientes de los nuestros”. - Yo digo: “No, probablemente les falte. Me refiero a mí. Le diría muchas cosas a su Presidente”.
Sobre relaciones estrechas con Rusia y habladores en la UE
En una de las preguntas, el periodista mencionó la opinión de que EEUU, al restablecer el diálogo con Belarús, intenta alejarla de Rusia. "Bueno, eso es el sueño de alguien", comentó el Presidente.
Este deseo por parte de EEUU ha existido siempre, y ya lo expresaba George Soros cuando en los años 90 visitó Belarús y se reunió con Aleksandr Lukashenko. "Le dije: "George, perdóname, pero yo no haré política al estilo estadounidense. Así que probablemente esta será nuestra última reunión". Le dejé claro que no íbamos a cooperar. Y desde entonces he mantenido esa línea", relató el mandatario.
Aleksandr Lukashenko señaló que entre Belarús y Rusia existen estrechas relaciones de alianza, que se han formado no solo históricamente, sino que también están consagradas en numerosos documentos. Y Belarús cumple estrictamente todos sus compromisos. "Por eso, que ciertos europeos occidentales y otros, incluso los estadounidenses, no se metan en nuestras relaciones con Rusia. Tenemos vínculos en el ámbito militar. Ustedes lo saben: desde Oréshnik hasta el armamento nuclear. Tenemos relaciones de carácter técnico-militar, económico (ese es nuestro mercado, el más amplio para Belarús: el mercado ruso). Compramos recursos energéticos exclusivamente en Rusia. Y así sucesivamente. ¿Alguien puede sustituirnos eso? No. Ni siquiera desde el punto de vista práctico, y mucho menos en lo que respecta a nuestros acuerdos jurídicos", subrayó el Jefe de Estado.
"Rusia ya ha incluido en todos sus documentos: "Un ataque contra Belarús es un ataque contra Rusia". Lo mismo ocurre con nosotros. Un ataque contra Rusia es un ataque contra Belarús. Por eso nuestras relaciones son muy estrechas. Nadie puede romperlas, especialmente los charlatanes de la Unión Europea", añadió.
También se abordó el tema de cómo percibe Rusia la reanudación del diálogo oficial entre Belarús y Estados Unidos. En este contexto, Aleksandr Lukashenko subrayó que en la práctica diplomática está excluido discutir a terceros países o personas ausentes en las negociaciones. Es posible debatir cuestiones generales, pero acordar algo a escondidas de otros es un tabú. "No negociamos con los estadounidenses a espaldas de Rusia", enfatizó el Presidente.
Sobre el primer paso hacia el alto el fuego
Al mismo tiempo, hay ocasiones en las que, aprovechando las buenas relaciones personales entre los líderes, los estadounidenses piden al mandatario belaruso que transmita información o propuestas al Presidente ruso. Uno de los ejemplos recientes mencionados por Lukashenko se refería a la posibilidad de establecer una tregua aérea entre Rusia y Ucrania. Según los occidentales, el Presidente Putin no aceptó esa propuesta.
"Me dijeron: "Intentamos llegar a un acuerdo con él, pero no quiere". Les respondí: "Eso no puede ser". (Es solo un ejemplo, había otros temas también). Entonces llamé a Vladímir Vladímirovich y le planteé el asunto. Me respondió de manera amistosa: "¿Cómo que no queremos? ¡Claro que estamos a favor! Pero que Ucrania no ataque desde su lado", contó Lukashenko. "Les transmití todo (la respuesta rusa – nota de BelTA). Les dije: "Pero ustedes no quieren". – "¿Cómo que no queremos?". – "Bueno, ahora están hablando en nombre de Ucrania. Entonces, avisen a los dirigentes de Ucrania que no bombardeen Rusia. Rusia no lanzará ataques aéreos contra Ucrania".
El mandatario considera que una tregua aérea podría ser un buen primer paso hacia el cese total del fuego. No se puede afirmar que Rusia se oponga y quiera bombardear ciudades pacíficas, aunque así se presente en Occidente. "Tuve una conversación con Putin cuando estaban prácticamente en Kiev. Conozco su postura", relató Lukashenko. "Le pregunté por teléfono: "¿Vladímir Vladímirovich, están en Kiev, han tomado Kiev, se acabó la guerra?" Y él me contestó: "¿Cómo que tomamos?" Ellos, dijo, se escondieron. Literalmente: "Están en guarderías, en escuelas. ¿Vamos a bombardear guarderías y escuelas?". Entonces, el Presidente ruso decidió retirar sus tropas de la capital ucraniana, confiando en ciertas personas que prometieron que así terminaría el conflicto. "Retiró las tropas. ¿Terminó la guerra? No", señaló con razón Lukashenko.
Según él, en Occidente se esfuerzan por crear la imagen de un líder ruso "sediento de sangre", aunque no lo es en absoluto. Se llevan a cabo operaciones de información psicológicas en las que Occidente ha demostrado ser experto, y han enseñado esas técnicas a los ucranianos. Un ejemplo de ello son los sucesos en Bucha. "Allí no fue como lo presentaron. Fue una operación bien planificada para mostrar agresividad, crueldad, "rusos asesinos"... Nada de eso ocurrió. Y sabemos quién lo organizó. Conocemos las matrículas de los coches en los que llegaron los organizadores de Bucha. Lo he dicho públicamente", subrayó el Presidente.
"No digan que Putin bombardea a civiles", afirmó el mandatario. "¿Acaso Zelenski sabe adónde irá cada dron y demás? De vez en cuando entran en nuestro territorio, ya hemos registrado medio centenar de esos casos".
"Afirmar que Rusia ataca ciudades pacíficas y a la población civil, y que los ucranianos son inocentes, es injusto", opinó el Presidente.
Sobre el estado de ánimo en el establishment ruso
Otro tema abordado en la entrevista fue cierta desconfianza entre parte del estamento político ruso respecto al acercamiento entre Belarús y EEUU. "En Rusia hay todo tipo de personas, como en EEUU. Hay quienes están muy preocupados", señaló Lukashenko.
Curiosamente, el motivo de la crítica es la política multivectorial de Belarús. "Pero es solo un grupo, aunque al frente haya un instituto importante. Ya hablaré con Vladímir Vladímirovich al respecto. Es solo un grupo. Los periodistas en los medios y demás", indicó.
Al responder a la pregunta, Aleksandr Lukashenko aseguró que no veía ningún peligro en la existencia de tal opinión y tal grupo, ni siquiera en términos de influencia en la opinión de los dirigentes rusos. "Claro, no es agradable, si hablamos con franqueza, que alguien en Rusia piense o escriba así. Pero hay todo tipo de gente. La tendencia principal es el apoyo total a nuestra postura y la cooperación mutua. No hay nada que reprocharnos", declaró el Presidente.
Según sus palabras, entre él y Vladímir Putin existe "una relación de absoluta confianza y cordialidad", y probablemente ningún otro líder mundial conoce mejor al Presidente ruso. "Eso no significa que no tenga mi propia opinión. Me atrevería a decir que nadie le habla tan directamente, ni dentro ni fuera del país, como yo puedo hacerlo", concluyó Aleksandr Lukashenko.
Sobre la política exterior de Belarús
Aleksandr Lukashenko señaló que en Occidente se pueden escuchar opiniones de que Belarús está “ocupada por el Kremlin”. En este sentido, el Presidente llamó la atención sobre la situación en los países vecinos. La misma Ucrania, un país rico y poderoso, tres veces más rico que Belarús, este país lleva mucho tiempo ocupado por Occidente.
“¿Y quién ha ocupado a Polonia? ¿Y los países bálticos, que ni siquiera se arrastran ante los estadounidenses? Los estadounidenses probablemente ya los miran con desprecio. Se arrastran ante los europeos, ante los mismos polacos. Allí les tiran migajas de la mesa y ellos las recogen para picotearlas como pollos. ¿No están ocupados?”, preguntó el Jefe de Estado.
“Todos dependemos de alguien, especialmente los Estados medianos y pequeños. Y todos aspiramos a apoyarnos en alguien, a estar en una alianza, para garantizar, entre otras cosas, nuestra seguridad. Se llama política de equilibrio. A menudo me reprochaban que quería sentarme en dos sillas. Nunca me he sentado en dos sillas”, declaró Aleksandr Lukashenko.
Subrayó que Belarús siempre ha aspirado a desarrollar relaciones amistosas con sus vecinos. Porque, como suele decir el Jefe de Estado, no se eligen.
“Debo mantener relaciones con ellos. Se lo digo también a los rusos. Además, tengo intereses en esos Estados. En la Unión Europea, por ejemplo. Tengo intereses incluso en EEUU. En primer lugar, económicos. De carácter diplomático. ¿Qué hay de malo en ello? Es natural”, afirmó el estadista.
Al mismo tiempo, señaló que los principales aliados de Belarús siguen siendo Rusia y China. Entre las prioridades también se encuentran los países fuera de la CEI.
“Es natural. El mundo está cambiando. No se puede sentarse de una vez por todas en ese carro, como se hacía hace 100 años o en la época soviética, y seguir avanzando. El mundo ha cambiado y nosotros debemos cambiar. Si no cambiamos, nos aplastarán, nos pisotearán y nos destruirán”, afirmó el líder belaruso.
Sobre preocupaciones de Rusia y el inicio de la operación militar especial
Durante la conversación, varias preguntas dirigidas al Jefe de Estado se referían al inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania y los acontecimientos de febrero de 2022, aunque el Presidente ya se había pronunciado al respecto en varias ocasiones. Aleksandr Lukashenko relató que en febrero de 2022 en el territorio de Belarús se realizaron ejercicios militares conjuntos a gran escala con Rusia. "Los ejercicios terminaron (se llevaron a cabo en el sur, en los polígonos de Brest y Baránovichi). Empezaron a retirar las tropas (rusas – nota de BelTA). Gómel, por el sur (de Belarús – nota de BelTA). En alguna parte por avión, pero mayormente por ferrocarril. Esto es casi en la frontera con Ucrania. En cierto momento giraron hacia el sur, a la derecha", señaló. "Y entraron en Ucrania durante esta retirada".
"Y las tropas eran del Distrito Este, del este de Rusia. Yo digo: "¿Por qué las tropas rusas se dirigieron a través de Kiev hacia el este de Rusia? ¿Por qué Putin las hizo regresar a Rusia por Kiev? Esa pregunta es para Zelenski y para Putin", manifestó el líder belaruso.
El Jefe de Estado aclaró que en la planificación de operaciones militares tan serias el número de personas informadas es mínimo, y él no estaba entre ellas. "Si empieza alguna operación, lo saben solo unas pocas personas en el Estado Mayor: cuándo y con qué fuerzas. Sí, puede que el plan se prepare con anticipación. Y así se hace. Pero el momento exacto solo lo conocen ellos. Nadie, salvo unas pocas personas, puede estar al tanto de estos planes. Por eso, el hecho de que no me informaron lo tomé con calma. Además, esto no es una operación conjunta. Si los Estados Mayores hubieran planeado una operación conjunta, sería otra cosa", observó el Presidente.
Aleksandr Lukashenko destacó que, en febrero de 2022, antes del inicio de la operación especial, la situación en Donbás se agravó notablemente, por lo que Rusia organizó la evacuación de civiles en autobuses. Y el Presidente de Belarús, que en ese momento estaba de visita en Rusia y conversaba con el Presidente Vladímir Putin, estaba al tanto de lo que sucedía. Según contó el Presidente belaruso, Putin entonces tenía preocupaciones acerca de las acciones agresivas de Occidente. "Por alguna razón, él temía que Occidente pudiera atacar por la espalda. Él no habló sobre esto (sobre los planes para comenzar la operación especial – nota de BelTA). Pero dijo: "Si en Ucrania, por ejemplo, Donbás y otros lugares... podrían atacarnos por la espalda" Yo le contesté: "No te preocupes por eso, es mi zona de responsabilidad, no permitiré que disparen a los rusos por la espalda". Y lo afirmé públicamente, abiertamente", recordó Aleksandr Lukashenko.
Según él, entonces no había presentimiento de que todo derivaría en un enfrentamiento tan serio. Aunque los estadounidenses avisaron con anticipación a Ucrania de lo que podría suceder en febrero de 2022. "A los ucranianos les advirtieron con detalle durante una semana, lo recuerdo. Pero ellos no creían o creían solo un poco. Nosotros no creíamos para nada", expresó el Presidente.
Sobre la postura de Belarús y la ayuda a Rusia y Ucrania
Se sabe que desde el comienzo del conflicto la posición de Belarús y de su líder respecto al tema ha sido invariable: hay que sentarse a la mesa de negociaciones y buscar vías pacíficas para resolverlo. Por su parte, Belarús ha hecho todo lo posible para que esto ocurra y sigue insistiendo en volver al diálogo. Lamentablemente, la fase activa del conflicto continúa. Pero incluso en esta situación, las partes enfrentadas mantienen canales de comunicación.
"Naturalmente, se llevan a cabo ciertas negociaciones. Estoy seguro de que, por un lado y por el otro, son los servicios especializados. Y se están uniendo militares y civiles… Participan diputados, defensores de derechos humanos, de derechos del niño, etc.", mencionó el Presidente. "Las negociaciones técnicas al respecto se realizan en Belarús, bajo mi control. Me siento cercano a los ucranianos, a los rusos. Son pueblos hermanos. Quiero que todo esté bien aquí. Y donde no pueden encontrarse ellos directamente, ayudan los belarusos".
En esta parte, el Jefe de Estado habló del papel de Belarús en los intercambios de cuerpos de fallecidos entre Rusia y Ucrania. Debido a que el intercambio fue a gran escala, la parte ucraniana pidió organizarlo a través de Belarús por ferrocarril, que previamente ellos mismos habían destruido, temiendo cualquier amenaza. "Dije: "Está bien, estamos listos para hacerlo por ferrocarril, que lo restauren". Repararon la vía férrea que habían volado. Pero pusieron una condición: solo los belarusos. El tren lo llevan a Ucrania y de Ucrania a Belarús, y luego a Rusia o a donde sea", contó Aleksandr Lukashenko.
Sobre los acontecimientos en la provincia rusa de Kursk
El periodista recordó que, en agosto de 2024, Ucrania invadió el territorio de la provincia rusa de Kursk. En este contexto, preguntó por qué Belarús no había prestado apoyo a su aliado, ya que ambos países están vinculados por compromisos en el ámbito militar, como el tratado de garantías de seguridad en el marco del Estado de la Unión.
“Ya sabe, esto no es un ataque de Ucrania a Rusia. Ustedes, posiblemente, lo consideren así. Hay una guerra, ha habido un enfrentamiento. Hay combates y, como resultado de ellos, unos entran por allí y otros por aquí. Además, evaluamos perfectamente la situación: no había necesidad de que participáramos allí. Sabía perfectamente cómo actuarían los rusos al liberar la tierra de Kursk. Putin me informó al respecto. Sabía que habría una operación y qué fuerzas participarían en ella. Por lo tanto, hablar de que participáramos en la batalla... No se trata de ningún ataque. Fue una batalla. Como resultado de esta batalla, aprovechando ciertos puntos débiles, ellos descubrieron esta brecha y entraron en la provincia de Kursk con grandes fuerzas”, notó el mandatario.
“Estratégicamente, Putin tenía razón. En aquel momento no le creí cuando dijo que era un error desde el punto de vista militar, porque ellos enviaron allí enormes fuerzas. Así fue. Además, las mejores fuerzas, las mejor preparadas. Entraron allí. Ahora están prácticamente todas destruidas. No lograron el resultado y dejaron al descubierto otras zonas del frente”, afirmó el Presidente.
También añadió que, si Belarús se hubiera visto envuelta en las hostilidades, esto habría tenido consecuencias políticas y militares muy diferentes.
“Rusia entiende perfectamente, y nosotros aún más, que, si nos involucramos abiertamente en esta guerra, tendremos más problemas. Rusia entiende que nos resultará difícil mantener esta frontera, teniendo en cuenta que no solo los ucranianos lucharán contra nosotros. Esto será motivo para la entrada en Ucrania incluso de tropas de la OTAN. Bajo la apariencia de mercenarios, acudirán allí grandes cantidades de personas: alemanes, franceses, ingleses y otros, polacos... Es un hecho. Y tendremos que librar aquí una guerra contra las tropas de la OTAN. Lo entendemos perfectamente. Además, lanzarán misiles contra Belarús. Está muy cerca. Lo entendemos. Y los rusos también lo entienden”.
Según Aleksandr Lukashenko, ni siquiera es necesario debatir este tema con las autoridades rusas, ya que tanto el Presidente como los militares lo entienden.
“Y, por cierto, el director de la CIA, Burns, vino a visitarnos. Y yo le dije directamente que no vamos a entrar en guerra ni a cruzar la frontera, pero ayudamos a los rusos aquí. Su principal pregunta era si Belarús se vería envuelta en esta guerra, las fronteras y demás. Yo le digo: “Mire, ni siquiera hemos hablado de eso con Rusia”. Pero, digo, podemos hacer algo y lo hacemos. Por supuesto, los estadounidenses lo sabían. No lo ocultábamos. Entrenábamos a la gente. Le digo: “Y ustedes entrenan a los ucranianos. Y no solo a ellos. Ustedes preparan a pilotos. Ingleses, alemanes y otros”. - “Sí, los preparamos. Está bien, no vamos a presentar más reclamaciones. Pero ustedes no van a luchar contra Ucrania a través de la frontera, ¿verdad?”. Yo respondo: “No, no tenemos planes de ese tipo”. Esa fue más o menos la conversación que mantuvimos con Burns. Esa es nuestra posición”.
Sobre armas nucleares y daño inaceptable
El Jefe de Estado señaló que los socios rusos hacen una contribución significativa al fortalecimiento de la capacidad de defensa de Belarús. Aleksandr Lukashenko explicó que Rusia comprende la importancia estratégica de Belarús para garantizar su propia seguridad nacional, por lo que le brinda su apoyo en este asunto.
“Seré absolutamente franco. Cuando ayudamos mucho a Rusia (qué decir, con municiones y demás), le dije a mi hermano mayor, a mi amigo: “Sabes, entiendo todo esto, la situación es tal, y los polacos loquean y otros. Necesito argumentos fuertes”. - “¿Cuáles?” Le digo: “Necesitamos devolver las armas nucleares a Belarús”. Han sido devueltas. ¿Cree que alguien iniciará una guerra contra un país nuclear? Sabe, por mucho que se obstinen frente a Corea del Norte, no inician una guerra contra ella”, señaló el Presidente.
Respondiendo a una pregunta aclaratoria del periodista sobre la doctrina nuclear de Belarús, Aleksandr Lukashenko dijo que había firmado un decreto relevante que regula el manejo de las armas nucleares. “Está en las cajas fuertes de quienes deben tenerlo. Entendemos y sabemos claramente qué es, cómo hacerlo. Los objetivos están definidos”, añadió el Jefe de Estado.
“Rusia tiene fuerzas suficientes para fortalecernos. Nos estamos preparando para la guerra. Lo he dicho francamente: cada día, cada mes nos preparamos para la guerra para evitarla. Sabemos qué hacer. Hemos aprendido las lecciones de todas las guerras recientes. Nuestro concepto se basa en que estamos listos para infligir un daño inaceptable a Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, a cualquiera que luche contra nosotros. Daño inaceptable. Acabo de describir uno de los elementos. Por lo tanto, entienden que en este caso, quizás no ganemos esta guerra, pero les daremos una buena paliza. Y Rusia, en la medida que necesitamos hoy, nos ayuda y nos ayudará como aliado”, comentó el estadista belaruso.
Aleksandr Lukashenko recordó que para finales de año Belarús tendrá el sistema de misiles Oréshnik, que también puede llevar una carga de combate nuclear. Ya se han determinado las primeras posiciones donde se desplegará.
“Ni Putin, ni yo, ni nadie quiere usar armas nucleares. No somos suicidas. Pero que sus satélites, sus amigos, sus aliados también entiendan esto, y yo lo dije abiertamente: si alguien cruza nuestra frontera, responderemos inmediatamente con todas las armas que tenemos. Esto no es una intimidación, solo estoy advirtiendo”, enfatizó el Presidente.
Sobre su sucesor y nuevo mandato presidencial
Hablando durante la entrevista sobre temas personales, el periodista señaló que los medios de comunicación occidentales a menudo escriben sobre el hijo menor del Jefe de Estado, Nikolái, como el sucesor de Aleksandr Lukashenko en la presidencia.
“No, él no es el sucesor. Ya sabía que querías preguntar. No, no, no. Si le preguntas a él, podrías ofenderlo mucho con eso”, destacó el Jefe de Estado.
Aleksandr Lukashenko admitió que el próximo Presidente de Belarús podría ser una persona que llevara a cabo una política algo diferente. “Solo que no rompa nada de inmediato, sino que, como yo hice, apoyándose en los hombros de los fuertes, en lo que ya existe, desarrolle el país de manera tranquila y evolutiva, para que no haya esta ruptura revolucionaria. Y si convence a la sociedad de que hay que ir hacia otro estado, adelante”, comentó el Presidente.
El estadista también respondió a la pregunta de si planea postularse para un nuevo mandato presidencial: “No, ahora ya no lo planeo, ya no lo planeo. Tampoco he dicho en voz alta: bueno, escuchen, si Trump pronto tendrá 80 años y se ve decente…”.
Sobre la línea de demarcación entre Ucrania y Rusia
Volviendo al tema del arreglo pacífico de la situación en Ucrania, el periodista preguntó al líder belaruso cómo podría ser en el futuro la línea de demarcación entre Ucrania y Rusia. Según Aleksandr Lukashenko, esto dependerá de cómo se pongan de acuerdo las partes del conflicto. “Se puede acordar que a ambos lados haya una zona desmilitarizada (aunque en realidad sería militarizada) de uno, dos o cinco kilómetros. Es horrible”, señaló el mandatario.
“Es horrible. Una zona muerta enorme”, consintió el corresponsal.
“Sí, una zona muerta. Pero espero que no se llegue a eso. Habrá una frontera normal. Sí, con una vigilancia reforzada a ambos lados. Pero en esa zona se puede trabajar. Al fin y al cabo, ahora y en la época soviética teníamos una zona fronteriza. Estaba prohibido entrar allí. Y si se permitía, era con un pase especial, un permiso, etc. Pero allí vivía gente. Por lo tanto, es una cuestión de acuerdos. Y luego, la vida lo regulará. Y luego se podrán eliminar las fronteras”, notó Aleksandr Lukashenko.
Al mismo tiempo, el Presidente de Belarús está seguro de que Vladímir Putin aceptará antes que Volodímir Zelenski mejorar la vida de las personas en la zona fronteriza: “Él es más fuerte, más poderoso”.
El estadista belaruso también notó que, si Zelenski le hubiera escuchado en su momento, Ucrania no habría perdido esos territorios.
“Si celebrar negociaciones con sensatez y salir al encuentro a Rusia, y su Rusia hace concesiones a Ucrania (hay que definir estas cuestiones y salir al encuentro mutuamente), Rusia nunca más volverá a guerrear con Ucrania. Nunca”, está convencido Aleksandr Lukashenko.
También comentó las opiniones de que Rusia se está preparando para la guerra con la OTAN y quiere atacar a los países bálticos y a Polonia. “Eso es una completa tontería. Créanme, no es así. Lo sé con certeza. Ni Putin ni los líderes militares y políticos de Rusia tienen ese objetivo: luchar contra la OTAN. Sería una tontería. En un futuro previsible, sin duda. Bueno, a menos que ustedes hagan alguna tontería... Aquí tenemos de todo”, enfatizó el Presidente.
Al mismo tiempo, no descartó que la situación en el frente cambie de tal manera que la frontera tenga que trazarse a lo largo del Dniéper, lo que significa que Kiev podría quedar en el lado ruso. “Eso es lo que hay que temer, que se pueda perder toda Ucrania. En general, podrá ser dividida: Hungría se quedará con una parte, Polonia ya se está frotando las manos para quedarse con Ucrania Occidental, y así sucesivamente. Y quedará una pequeña franja”, añadió Aleksandr Lukashenko.
“Rusia no sufrirá ninguna derrota. La derrota nos va a costar muy caro a todos. En primer lugar, a ustedes. Incluyendo a los estadounidenses. Por lo tanto, este país nuclear tiene el primer lugar en reservas nucleares. No habrá derrota. ¡No habrá! Pero Ucrania puede ser derrotada. Vamos a prevenirlo. Pongámonos de acuerdo ahora”, llamó el líder belaruso.
Sobre conversaciones entre Rusia, EEUU y Ucrania
Aleksandr Lukashenko recordó que, cuando tuvieron lugar las primeras negociaciones en Minsk para resolver la crisis en Ucrania, ya entonces habló de la necesidad de involucrar a los estadounidenses, de lo contrario no habría ningún resultado. Sin embargo, ni Donald Trump durante su primer mandato, ni Joe Biden se unieron a las negociaciones.
El Presidente belaruso también considera inapropiado el actual enfoque ultimativo de la parte estadounidense. Además, Aleksandr Lukashenko no está seguro de que no sea una actuación por parte de Estados Unidos.
“Así no se hace: “Vine, dije, di 50 días”. Esto no es Irán para que uno tome y lance tres bombas, y luego informe: “Está bien, no lo haré más. Vamos, muchachos, hagamos las paces”. Hay que reunirse, hay que hablar”, enfatizó el Jefe de Estado.
Según él, el Presidente ruso podría aceptar, por ejemplo, una tregua aérea, pero Ucrania también debería dar este paso al mismo tiempo.
“Reúnanse los tres en algún lugar. Trump, Putin, pónganse de acuerdo el primer día e inviten a Zelenski. El primer día hablen sobre las relaciones ruso-estadounidenses, y el segundo, sobre este problema. Inviten a Zelenski, pongan sobre la mesa: aquí está la tregua aérea”, dijo Aleksandr Lukashenko.
El periodista recordó que Volodímir Zelenski había invitado a Vladímir Putin a negociar en Arabia Saudita, pero el Presidente ruso ignoró la invitación. Aleksandr Lukashenko respondió que había discutido el asunto con su homólogo ruso y que, en su lugar, habría hecho lo mismo.
“Sinceramente, cuando Putin me preguntó: “¿Qué habrías hecho tú?”, le dije: “Volodia, no tienes nada que hacer allí”. Esa fue mi opinión. Parecía, sabe, una especie de postureo. Llegó volando: “Te espero aquí, ven para rendir cuenta, aquí está Trump”. Así no se hace en la política. Y Putin nunca aceptará eso. Este es el caso en el que bajo ninguna circunstancia debería haber ido. Y yo lo apoyé entonces, se lo digo sinceramente. Le dije: “Correcto, no tienes nada que hacer allí”. ¿Qué clase de postureo es?”, preguntó el Jefe de Estado.
“Definamos de antemano: por ejemplo, la ciudad heroica de Minsk, Estambul, Ginebra, se decidió que en un mes se celebraría esta reunión. El primer día, por ejemplo, discutimos las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. El segundo día, si llegamos a un acuerdo sobre algún proyecto de documento, invitamos a Zelenski, Lukashenko, etc. Eso se vería digno. Eso es de antemano. Y él, como un mozuelico, saltó del avión: “Espero a Putin”. ¿Qué te pasa? Por si acaso, es el Presidente de una enorme potencia nuclear, a la par con los Estados Unidos de América”, notó Aleksandr Lukashenko.
El Presidente está convencido de que Vladímir Putin, al igual que la sociedad rusa, quiere la paz y está dispuesto a conversar: “Trátenlo con respeto. No es una cualidad de su carácter personal. Es una cualidad de nuestro carácter, como dicen, del mundo ruso, de los eslavos, etc. Y también de los estadounidenses. Imaginen a Trump en el lugar de Putin. Putin está por ahí patrullando Oriente Medio, y un tal Zelenski, a quien ustedes regañaron sin motivo aparente en el Despacho Oval, llamó a Trump... O no llamó, sino que transmitió a través de los medios de comunicación: “Aquí estoy sentado, esperando a uno y a otro. Y, Trump, ven tú”. Escucha, después de eso no habría puesto ni una sola ametralladora a Ucrania por esa humillación”.
Sobre la posible reunión de Putin, Trump y Zelenski
Durante la conversación con el periodista, Aleksandr Lukashenko confirmó la disposición a organizar, si es necesario, una reunión trilateral entre Vladímir Putin, Donald Trump y Volodímir Zelenski. Con todo eso resaltó que no se puede abordar este tipo de negociaciones de forma espontánea, porque requieren un estudio y una preparación previos.
Al mismo tiempo, admitió que estas negociaciones podrían organizarse en Minsk. Según él, Vladímir Putin estaría encantado de reunirse con Donald Trump en la capital belarusa. El líder estadounidense también quedaría satisfecho con la reunión, subrayó Aleksandr Lukashenko.
“Vamos a dar pequeños pasos. Y eso de “50 días, si no lo hacéis, lo haremos nosotros”, eso es ridículo”, opina el mandatario.
El periodista expresó sus dudas de que la reunión se pudiera organizar tan fácilmente antes del alto el fuego.
“Es cierto, hay que prepararla con antelación. Hay que preparar esta visita. Si quieren, me encargaré de ello. La parte estadounidense, la rusa. Estoy dispuesto a encargarme de ello, a preparar esta reunión. En nombre de la paz. Vamos a empezar a prepararla, y verán qué hará Zelenski. Se resistirá: “¡Estoy totalmente en contra!”
El corresponsal de Time también estuvo de acuerdo en que Volodímir Zelenski no vendría a Minsk para las negociaciones.
Sin embargo, el Presidente notó: "¿Qué le importa Minsk? Minsk le desea más bien que ningún otro lugar”.
El Jefe de Estado recordó que la parte belarusa participa actualmente en la organización del intercambio de prisioneros y cadáveres entre Rusia y Ucrania. En este proceso participan los combatientes de la unidad especial Alfa, que transportan los cadáveres literalmente en brazos.
“¿Qué problemas tiene con Belarús? Al contrario, hay que involucrar a Belarús en este proceso”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
En su opinión, no vale la pena contar con los socios europeos en estos asuntos: ya demostraron su verdadera cara al imponer una vez restricciones a la exportación de grano de Ucrania. "Trump tiene razón al presionar a Europa (siempre que no sea solo un espectáculo). Y Trump puede lograr mucho. Incluso en las elecciones intermedias habría ganado y se habría convertido en el nuevo Presidente. Si no es él, entonces J. D. Vance. Es una persona decente, me cae bien", declaró Aleksandr Lukashenko.
El Presidente también llamó la atención sobre ciertos desequilibrios en los medios de comunicación estadounidenses, que dicen que Putin es malo, Zelenski es bueno y Trump es aún mejor.
“Seamos objetivos. ¿Es Trump un parlanchín? Sí, lo es. Por ejemplo: por la mañana dice una cosa y por la noche hace otra. Eso es así. Por ahora no hay resultados. Empieza, como un policía, a esgrimir un sable en el mundo. Si ha asumido el liderazgo, que lo ejerza. Y el liderazgo consiste en prevenir los conflictos y las guerras”, señaló el estadista.
“Siendo objetivos, ¿por qué no reprocha también a Putin de sus acciones, de su agresividad”, preguntó el periodista.
“A Putin también le reprocho. Si no te lo digo, no significa que no se lo reproche. Y Putin tiene ciertos errores. Estoy seguro de que lamenta muchas cosas, muchas. Pero la realidad es la realidad, y partamos de ella. Ni yo, ni usted, ni Putin, ni Trump: ninguno de nosotros es eterno. Todo cambiará literalmente en los próximos dos quinquenios, en los próximos diez años. Pero resolvamos el problema partiendo de la realidad, hoy”.