Como señaló el Jefe de Estado al comienzo del acto, la agenda de la reunión incluye la construcción de un nuevo y moderno Museo Histórico Nacional de Belarús. “Debería ser un museo normal, donde especialmente un joven entrara y saliera convencido de que tenemos derecho a nuestro sistema estatal, lo conseguimos, lo ganamos con trabajo duro, sudor y sangre, habiendo vivido ni siquiera un siglo, sino un milenio. Y aquí está la historia –ante nuestros ojos”, llamó la atención el Presidente.
“No importa lo que ocurra en el país, no importa lo ocupados que estemos con los asuntos de actualidad, las cuestiones de la construcción del Estado siempre estarán en el centro de nuestra atención”, subrayó Aleksandr Lukashenko.Según el Presidente, Belarús hizo mucho en este sentido a lo largo de los 30 años de su andadura soberana. “Determinamos los enfoques de la historia de la estatalidad belarusa y de la política estatal en el ámbito de la historia en general. Dejamos de avergonzarnos de algunos periodos de nuestra historia. Hablamos de ella honesta y abiertamente, tal y como la entendemos. Suena actual en vísperas del Día de la Unidad Popular. Así que el museo es otra etapa en este empeño”.
El objetivo principal es mostrar el difícil camino milenario de los belarusos hasta la adquisición del sistema estatal. “A pesar de todos los torbellinos políticos que se abatieron sobre nuestro país, el pueblo belaruso logró preservar y desarrollar su identidad especial, su lengua, su cultura, tiene un talento único y se caracteriza por una cualidad especial: la tranquilidad. Recorrimos un camino difícil y alcanzamos grandes resultados. Esto debe ser objeto de orgullo, especialmente para nuestra juventud”, resaltó.
Aleksandr Lukashenko notó que el contenido de la exposición no debía ser nacionalista ni patriotero. “Debe reflejar una visión objetiva de nuestra historia para que no sólo los belarusos, sino también otros pueblos puedan estar de acuerdo con su interpretación o, al menos, no puedan rechazarla ni negarla. Mi principal exigencia es presentar los hechos históricos con la mayor veracidad posible”, declaró el Presidente.
El mandatario considera que el lugar elegido para la ubicación del museo es bastante óptimo. La construcción de esta instalación completará el aspecto de la zona, que ya se conoce popularmente como el barrio de la estatalidad belarusa – junto a los edificios del Palacio de la Independencia, el Tribunal Supremo, la Plaza de la Bandera Nacional.
“El museo debe convertirse en un sitio emblemático del país. Debe impresionar tanto por su aspecto arquitectónico moderno como por su contenido interno”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
El Presidente expresó la seguridad de que un objeto así debería haberse creado en Belarús hace mucho tiempo. “En cualquier Estado que se respeta, los edificios fundamentales se crearon hace mucho tiempo, los museos se crearon para que la nueva generación se sienta orgullosa del camino recorrido por las generaciones anteriores”.
El estadista subrayó que debe prestarse especial atención a la solución arquitectónica: “En ella debe leerse la peculiaridad nacional del país. Al mismo tiempo, es necesario pensar al máximo en las cuestiones de mantenimiento, funcionamiento del edificio, estructuras de ingeniería y otros asuntos. En el diseño de la exposición del museo, el jefe de Estado considera importante mantener un equilibrio entre los cánones tradicionales y los modernos sistemas de información. «En resumen, el museo debe ser lo más moderno posible”, dijo Aleksandr Lukashenko, añadiendo que es necesario estudiar la experiencia de países y utilizarla si es necesario.
“Estamos creando (y debemos entenderlo) un objeto no para un año ni para dos. En el nuevo edificio del museo, los descendientes verán un modelo de actitud hacia su pasado. El museo debe ser veraz y objetivo. Sin politización, sin elogios de los Lukashenko, Petrov, Sídorov, que supuestamente hicieron historia, sin menosprecio del pueblo. Todo debe ser absolutamente objetivo y merecido”, acentuó. El Jefe de Estado orientó a destacar las páginas especiales de la historia del país, pero al mismo tiempo a no ocultar nada. “Debe ser un reflejo de la política que seguimos hoy en Belarús”.
Siguiendo las instrucciones del líder belaruso, el Comité Ejecutivo de la ciudad de Minsk junto con el Ministerio de Cultura y los historiadores estudió todas estas cuestiones, según se informó durante la reunión.
Está previsto que el Museo Histórico Nacional se ubique en el distrito Tsentralny de Minsk, en la zona comprendida entre la avenida Pobedítelei – calle Orlóvskaya y el río Svísloch. Se propone crear el Parque de la Unidad Popular.
La planificación del edificio del Museo Histórico Nacional sigue el contorno del mapa de Belarús. La exposición del museo incluirá muestras e información sobre la historia de las tierras belarusas desde la antigüedad hasta el presente.