Belarús en la cumbre de la ONU: Las sanciones son una de las principales amenazas para la seguridad alimentaria mundial

El representante de la República de Belarús intervino en la sesión plenaria de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios+2 celebrada en Roma, comunicaron a BelTA en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

“A pesar de la presión de sanciones sin precedentes sobre Belarús a partir de 2020, nuestro país sigue siendo un estable proveedor de alimentos. Por lo tanto, en 2022 no solo logramos aumentar la producción, sino también ampliar significativamente la geografía de los suministros. La exportación total de productos agroalimentarios de Belarús el año pasado constituyó 8,3 mil millones de dólares. Belarús sigue siendo uno de los mayores exportadores de productos lácteos, aves de corral, aceite de colza, muchos otros bienes y, por supuesto, fertilizantes”, notó el representante de Belarús.

Al mismo tiempo, Belarús destacó muchas veces las consecuencias negativas que tienen para toda la comunidad internacional las medidas coercitivas unilaterales que algunos estados imponen, violando la Carta de la ONU, contra sus oponentes políticos.

“El último informe sobre la situación en la esfera de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo es tétrico. El número de personas hambrientas en el mundo prácticamente no disminuye. Casi el 30 % de la población mundial se enfrenta a una inseguridad alimentaria moderada o grave”.

Las sanciones son una de las principales fuentes de amenaza para la seguridad alimentaria mundial. La FAO, el Banco Mundial y muchas otras organizaciones de renombre señalan que una de las razones de la subida de precios fueron las sanciones contra los fertilizantes belarusos.

La parte belarusa está segura de que ya es hora de tomar medidas activas y decisiones políticas responsables.

“Debemos reconocer de una vez que vivimos en un periodo de transformación planetaria, que se caracteriza por la falta de confianza y previsibilidad. Este es el resultado de graves desacuerdos, en primer lugar, entre las grandes potencias, sobre cuestiones de seguridad. En las circunstancias actuales, es necesario garantizar la sostenibilidad de las cadenas de promoción de alimentos y fertilizantes. Es necesario excluir el uso de sanciones y otras restricciones y barreras comerciales contra ellos. Por cierto, esto se subrayó en la reciente 43ª Conferencia de la FAO, y es de lo que debemos partir a la hora de elaborar medidas para mantener y desarrollar los sistemas alimentarios”.