La decisión de Belarús y Rusia de establecer el Estado de la Unión fue la única correcta, destacó el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en su discurso en el Consejo de la Federación durante su visita oficial a la Federación de Rusia, informa el corresponsal de BelTA.
“Nuestros países han experimentado plenamente la famosa democracia y el libre mercado. Hemos visto que no debemos esperar el apoyo amistoso de Occidente. Más bien, en cualquier oportunidad, harán una zancadilla y nos traicionarán sin pensárselo dos veces. Mientras intentábamos recuperarnos, recomponer los lazos destruidos, hacer de alguna manera el presupuesto, alimentar a la gente, nuestros “socios” occidentales no perdían el tiempo. Y en 1999 se produjo otra oleada de expansión de la OTAN, que, tras la adhesión de la República Checa, Polonia y Hungría, se acercó mucho a nuestras fronteras”, señaló el Jefe de Estado.
Aleksandr Lukashenko relató que en aquel momento él y el primer presidente ruso Borís Yeltsin discutieron todos sus movimientos, estaban indignados, pero no había nada que hacer. “Como dice el actual Presidente de Rusia, nos engañaron”, agregó.
El bombardeo de Yugoslavia por la OTAN, comentó Aleksandr Lukashenko, acabó por convencer a todo el mundo tanto de los verdaderos objetivos de la organización como del hecho de que los principios de coexistencia pacífica y derecho internacional declarados por Occidente ya no podían garantizar nada. “Este derecho internacional fue pisoteado ante los ojos de todos”, subrayó el Presidente.
Tampoco la situación interna - la crisis de la economía y la sociedad, los cambiazos con la redistribución de la propiedad estatal y la corrupción total - ofrecía un apoyo fiable. “Nos dimos cuenta de que sólo podíamos confiar en nosotros mismos. La vida misma nos ha empujado a todos a dar pasos más decisivos hacia el acercamiento, la formación de garantías conjuntas de seguridad económica y militar. Junto con el primer presidente de Rusia Borís Yeltsin, y le estoy muy agradecido por ello, con el apoyo de los pueblos de nuestros países, tomamos la única decisión correcta de crear el Estado de la Unión. Dejamos de lado todos los temores sobre quién podría tragar a quién, quién manejaría a quién, quién obtendría y qué al final”.
Aleksandr Lukashenko recordó que durante la votación en el Consejo de la Federación en 2000, los 158 senadores apoyaron la adopción del Tratado. Nadie se pronunció en contra, sólo dos se abstuvieron.
El Presidente dijo que el pueblo de Belarús siempre ha estado junto al pueblo ruso en los momentos más diferentes y difíciles de su historia.
El Jefe de Estado señaló que las poderosas condiciones de partida de la integración belaruso-rusa habían creado una base sólida para su estabilidad y amplias oportunidades de desarrollo en las esferas militar, económica y política. Aleksandr Lukashenko citó la profunda historia común de los pueblos, los puntos de referencia comunes y los intereses nacionales similares; la conveniencia de la unificación debido a las ventajas geográficas e infraestructurales; la atención constante a los resultados concretos, ya que la integración supone la ampliación de las oportunidades para los ciudadanos y las organizaciones de los dos países.
La estabilidad interna de la Unión se ha visto reforzada por los planteamientos estratégicos consagrados en los reglamentos. Los 28 programas sectoriales adoptados permitieron unificar la legislación, lanzar proyectos de sustitución de importaciones y, de hecho, insuflar nueva vida al Tratado de la Unión firmado en 1999. Aleksandr Lukashenko recordó que ayer, a la pregunta de si los Jefes de Estado estaban satisfechos con la aplicación de los programas, Vladímir Putin dijo inequívocamente que estaba muy satisfecho. El Presidente de Belarús también se mostró satisfecho.
“La singularidad del Estado de la Unión reside en el hecho de que es un formato más perfecto de relaciones bilaterales, que, tal vez, por desgracia, no tiene análogos en el mundo. Gracias a nuestro trabajo conjunto, es un organismo vivo que nos permite elegir las herramientas que necesitamos, desarrollar y probar nuevos métodos de trabajo en función de las circunstancias. Un vivo ejemplo son las recientes sanciones locas y absolutamente ilegales impuestas por Occidente. Este formato garantiza plenamente la seguridad en un sentido amplio, desde la seguridad económica y de la información hasta la seguridad militar, y demuestra un alto nivel de cooperación en un contexto de fracasos logísticos y problemas con los acuerdos financieros”, comentó el Presidente de Belarús.
“A pesar del diferente potencial de recursos de Belarús y Rusia, nos complementamos orgánicamente, además de suplir nuestras carencias y combinar las ventajas de cada país”, opina el líder belaruso.
