La cuestión de la vivienda de alquiler debe convertirse en una de las prioridades para los próximos cinco años, declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en una reunión con la cúpula del Consejo de Ministros celebrada el 29 de mayo, informa el corresponsal de BelTA.
“Antes de comenzar nuestra conversación, me gustaría recordarles una vez más la esencia del evento. Se trata de un acto tradicional, en el que consideramos las cuestiones más acuciantes de la vida de nuestro pueblo. Por eso celebramos este tipo de reuniones a nivel presidencial. Las decisiones sobre estas cuestiones las toma el Presidente en forma de decreto u orden, y las elaboran especialistas, miembros del Gobierno”, declaró el líder belaruso.
El orden del día incluye una serie de temas de actualidad sobre los que, como señaló el Presidente, deben tomarse decisiones equilibradas. El primero de ellos se refiere a la vivienda de alquiler.
“Se trata de una cuestión que debe convertirse en una de las prioridades de los próximos cinco años. El año que viene presentaremos a los belarusos un proyecto de programa de desarrollo socioeconómico, que será examinado en la Asamblea Popular de toda Belarús. Para esa reunión tenemos que regular de forma clara y comprensible todas las disposiciones: dónde, quién, con qué rapidez y en qué condiciones puede optar a una vivienda de alquiler. Y con el tiempo comprarla si existe tal deseo. E incluso a plazos”, acentuó Aleksandr Lukashenko.
Según el Jefe de Estado, esto es especialmente importante para los asentamientos pequeños (hasta 20 000 personas) y será un buen incentivo para la gente.
“El principio es sencillo: si has trabajado durante un determinado número de años, digamos 10 o 15, sin interrupción en la organización que te proporcionaba la vivienda en alquiler, entonces tienes derecho a comprarla en propiedad. Es una cuestión de principio, sobre la que se discute mucho. Y la gente nos plantea esta cuestión. Lo mismo ocurre con la compra de viviendas de alquiler en zonas rurales, que ya están muy deterioradas físicamente y no cumplen los requisitos sanitarios y técnicos. Aunque parezca extraño, en la actualidad esas casas no tienen propietario. Por un lado, existe una organización en cuyo balance figuran. Ésta debería llevar a cabo reparaciones importantes, como es costumbre en nuestro país, una vez cada 30 años. Por otro lado - el inquilino, que vive, pero no se apresura a invertir en reparaciones corrientes o ahorra dinero. Porque la vivienda no es suya. Así que esta vivienda se está desmoronando poco a poco”, comentó.
En el país hay unas tres o cuatro mil viviendas de este tipo. Se necesitan más de 10 millones de rublos belarusos anuales para renovarlas. “Pero la población tiene una petición: si el Estado les vende esta vivienda, una casa, ellos la renovarán. Pero al mismo tiempo necesitamos condiciones claras. Y debemos definirlas para la población”, exigió Aleksandr Lukashenko.
“También existe una opinión: basta con realizar una única auditoría de dichas viviendas (por ejemplo, antes del 1º de julio) y luego venderlas. ¿Para qué sirven estas restricciones? ¿Qué beneficio se obtiene de ellas? ¿Qué se va a hacer con las viviendas que sigan deteriorándose y dentro de un año o dos se exijan nuevos procedimientos para ellas?”, esbozó el Jefe de Estado una serie de preguntas.
Hizo hincapié en que las soluciones deben ser sistémicas e igualmente aceptables para la población y la economía de la región, especialmente en el contexto de la retención del personal.
“Quizá sea razonable regalar una casa a un joven especialista en el quinto infierno, como se dice en nuestro país (aunque ya no existen lugares así en Belarús). Dársela gratis. Tal vez alguien tenga una opinión alternativa, discutámosla. Creo que podemos discutirlo. De momento proponen dividir estos temas en dos decretos. No sé. Los expertos están aquí. Quizá sea más razonable hacer un documento global, y será más fácil para la persona que tome una decisión sobre este asunto”, añadió el líder belaruso.
