El recuerdo de la hazaña de un pueblo indomable es una cuestión de dignidad nacional, sin la cual las conversaciones sobre la independencia son solo palabras. Lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, el 1º de julio en la reunión solemne con motivo del Día de la Independencia, informa el corresponsal de
BelTA.
“Continuamos la historia de un pueblo indomable. El recuerdo de su hazaña es una cuestión de dignidad nacional, sin la cual las conversaciones sobre la independencia, soberanía, libertad son meras palabras. Nos basamos en la experiencia real y los logros reales. ¿Cuántos pueblos conocemos que fueron puestos al borde de la eliminación total, como el pueblo soviético, los belarusos, pero sobrevivieron con armas en sus manos? ¿Cuántos son? ¿Cuántos Estados conocemos que, tan heroicamente como nosotros, sostuvieron el golpe de un ejército de formaciones militares nazis reunidas de 30 países de Europa? ¿Cuántos Estados? El golpe fue sostenido por combatientes, partisanos, clandestinos. Lucharon mujeres, ancianos, niños. De igual a igual. Con armas en las manos”, dijo el Presidente.
Aleksandr Lukashenko recordó que fue en la tierra belarusa donde los invasores se enfrentaron a una resistencia masiva e integral, fueron testigos del coraje sin precedente de las personas fuertes de espíritu e indomables.
“Compartimos la Gloria de la Victoria sobre los ocupantes hitlerianos con las antiguas repúblicas soviéticas. No hay otra forma. Recordamos a todos los que defendieron hasta la muerte cada palmo de nuestra tierra. Tenemos el debido respeto por la historia del país que derrotó a la Alemania fascista y sus satélites. Y en los años 1990 elegimos conscientemente el camino de los sucesores históricos de esta gran potencia. No negamos ni borramos nuestra historia. El concepto de “pueblos hermanos” no es una figura de lenguaje para nosotros. Este es un legado que cuidamos”, resaltó el estadista belaruso.
