La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sigue siendo una prisionera de la geopolítica. Lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Vladímir Makéi, interviniendo en el marco de la 25ª sesión del Consejo de Ministros de la OSCE en Milán, comentaron a BelTA en el servicio de prensa de la Cancillería belarusa. “A lo largo del año reciente nos hemos alejado aún más del cumplimiento de las disposiciones fundamentales del Acta Final de Helsinki y la Carta de París para la nueva Europa. Es una lástima. No hemos conseguido resolver los conflictos en la región de la OSCE. No hemos rebajado la tensión. Seguimos sin asegurar un ambiente de entendimiento y confianza sino todo al revés”, señaló el diplomático belaruso. Acorde con sus palabras, la OSCE sigue siendo una prisionera de la geopolítica. “Continúa un aumento peligroso de los potenciales militares y de la presencia militar al lado de las fronteras de las partes. Las ambiciones políticas internas e incluso personales prevalecen sobre los intereses de la seguridad común. El paradigma del conflicto está por encima del paradigma de la comunidad de seguridad. Debemos dejar de pensar en nuevas bases militares y de hinchar nuestra región de armas letales. Son hechos que no favorecen nada el fortalecimiento de la seguridad general”, aseguró Vladímir Makéi. “No hay que ser fatalistas cuando se trata de la resolución de conflictos que amenazan con víctimas, cuando incluso una chispa puede causar un gran incendio. No podemos permitirnos el lujo de disfrutar de tolerancia estratégica y contemplación ociosa cuando se trata de la promoción de un diálogo abierto, inclusivo y mutuamente respetuoso sin alternativa”, resumió el ministro.
